La Vid y los Sarmientos
Jesús nos dice "Yo soy la vid ustedes los sarmientos". Si no permanecemos en Cristo no podemos dar fruto para el Reino. Separados de Él andaremos por el mundo girando sin rumbo fijo.
El Espíritu de Cristo es la savia que corre por los sarmientos permitiéndonos dar fruto, por lo tanto todo bien que hagamos debe de ser medido por el amor y la verdad. Si faltan cualquiera de los dos, ya sea el amor o la verdad, el fruto se echa a perder.
Aunque a veces somos dolorosamente podados, debemos de permanecer en Cristo; permaneciendo en su amor y cumpliendo con sus mandamientos. Debemos de permanecer en comunión con una sola Iglesia Católica instituida por Él y a la que dio su autoridad. La unidad es esencial! El escándalo más grande del Cristianismo es la desunión, y no tanto por falta de amor sino más bien porque ciertas partes de la verdad han sido distorsionadas.
Derechos reservados 2002-2024 – Irene Thomas
Traducido al Español por Rosie Aguilar
