Dios puso a prueba a Abran: Podrá su fe y su obediencia, su temor a Dios, y la confianza que le tiene a la providencia de Dios, ser más fuerte que el amor que le tiene a su hijo? Que enorme sacrificio Dios le ha exigido! Abran debió haber sentido su cuerpo estremecer de tensión, así como lo indican las líneas que pueden ver en la pintura. Abran voltea la cara de Isaac para no verlo y así poder fijar sus ojos a la voluntad de Dios.
Dios continúa poniéndonos a prueba. Escuchamos en Mateo 10:37, que si amamos mas al padre o a la madre, al hijo o a la hija más que a Jesús, no seremos dignos de él. Por consiguiente, cuando somos confrontados entre elegir ofender a Dios o la de ofender a nuestra seres queridos, la decisión debe de estar basada en no pecar contra Dios, aunque lastime a los demás. Este es un terrible sacrifico para aquellos que lo tienen que soportar.
Pinte la daga de Abran en forma de crucifijo, Jesús hizo el ultimo sacrificio por nosotros mientras que la palabra de Dios es una espada de doble filo, una espada que podría dividir nuestras lealtades. Al estar unidos al Verbo, podremos salir vencedores en nuestras pruebas. Subsecuentemente, con nuestro sacrificio también llega el gozo, el gozo de saber que verdaderamente pertenecemos a Cristo.
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Traducido al Español por Rosie Aguilar
