Cristo es Rey. Es el Rey de toda su creación — el universo es representado por un fondo estrellado y también por el angelical mundo invisible. Esta pintura lo muestrasentadoen un trono de ángeles.
Sobre su túnica están pintadas todas las banderas del mundo de hoy; Cristo es el Rey de todas las naciones, pasadas, presentes y futuras. El es el Rey de reyes.
Cuando finalmente llegue su reino, someterá bajo sus pies y con todo su derecho, todo lo que haya existido. Una lista de tres contendientes bajo su pie: pecado original, falsos ídolos y la muerte.
El pecado original, aunque ya fue removido por el bautismo, sin embargo nos ha lisiado. Todos nos quedamos con los efectos del pecado original: ignorancia, malicia, debilidad y concupiscencia.
Por estos, a menudo escogemos bienes de menor valor en lugar de escoger lo mejor, lo supremo, a lo que fuimos creados. Escogemos falsos ídolos por encima de Dios, y los dejamos que reinen en nuestro corazón. El más predominante de todos los falsos ídolos es nuestro propio ser.
Al final, la muerte es nuestro destino. Pero para los que han sido salvados, la muerte no tiene la última palabra.
Cristo Rey triunfa sobre todo, hasta sobre la muerte, y compartirá su corona con todos los santos.
